martes, 19 de febrero de 2013

"LA EDUCACIÓN PROHIBIDA"

Quizá el primer día de clase no sea para todos los niños la mejor experiencia hasta ese momento para ellos vivida: tienen que madrugar, les separan de sus padres, no conocen a los demás niños de la clase ni a su profesora, ni conocen el centro donde les llevan… Pero ¿no es verdad que los primeros años de escolarización son los más felices para un niño? ¿Cómo es posible que esto se vaya transformando a lo largo de los cursos en una tortura y que convirtamos el compañerismo, el juego y el aprendizaje activo que se tiene en la Educación Infantil en una educación regida por la competitividad y sin tener en cuenta los intereses de esos mismos alumnos?


En la película “La educación prohibida” nos recuerdan de dónde viene nuestro sistema educativo y por qué debemos plantearnos ciertos cambios en él: fue en el siglo XVIII con la corriente del despotismo ilustrado cuando se empezó a utilizar la “educación” para formar ciudadanos que más tarde tuvieran diferentes puestos dentro de la sociedad y, hoy en día, aún convive con nosotros esta forma totalmente inadecuada en las escuelas al no haberla adaptado a nuestro contexto actual.
Por este motivo no se deben adiestrar niños para que reproduzcan generación tras generación las mismas metodologías e ideas sino que tenemos que guiarlos y sembrarles todas las oportunidades y posibilidades que el mundo nos ofrece para que sean ellos mismos los que, con un espíritu crítico y activo, decidan cómo afrontar su vida diaria.
Pero el problema no es que no haya profesores con buenas intenciones para intentar cambiar poco a poco este sistema que vemos que no está funcionando como debería,  sino que son administrativos los que lo preparan y rigen sin tener en cuenta a docentes, padres y alumnos. ¿Cómo puede decidir alguien no relacionado a las aulas cuánto tiempo van a tardar ciertos niños a asimilar unos contenidos? ¿Acaso todos los niños son iguales, se comportan igual o tienen el mismo ritmo de trabajo? ¿Acaso si en una clase surgen ciertas dudas en otra también van a surgir? ¿O es que los docentes no pueden resolvérselas porque no tienen tiempo?

No se deben poner objetivos finales en un marco espacio-temporal cerrado, ya que lo único que conseguiremos será crear competidores que usarán cualquier trampa y engaño para superar y ganar al que tienen al lado y, ¿no es eso lo que pasa en la sociedad actual y de lo que nos estamos quejando día tras día? ¿No sabemos que las actuaciones que tiene una persona mayor se basan en lo que uno aprendió de pequeño o ha ido aprendiendo con los años?

Por todo ello, debemos respetar el ritmo de los niños y guiarlos en un proceso de aprendizaje en el que prevalezca el amor sobre las amenazas, la libertad sobre las etiquetas, la educación con una perspectiva global sobre el fraccionamiento de asignaturas, las proposiciones sobre las imposiciones y, sobre todo, que ellos sean su propia autoridad.
Y como última reflexión y con el objetivo de que penséis como he hecho yo y plasméis con comentarios vuestras opiniones, ¿creéis que la educación o formación termina el día que os dan un título en el colegio o universidad? ¿Puede un papel decirte si has fracasado o has tenido éxito en la educación?


2 comentarios:

  1. Muy buena entrada.
    En mi opinión está muy bien orientada y tiene buenas expectativas. Sobre la reflexión de la educación en el aula, está muy bien que adquiráis buenas ideas y propósitos la gente joven que estáis estudiando actualmente carreras dedicadas a la educación. El problema va a venir cuando lo tengáis que poner en práctica. Que seguramente la realidad del mundo laboral va a ser muy distinta a lo que os imaginéis ahora. Podréis poner en práctica vuestra experiencia con los alumnos, pero tendréis unas leyes que seguir impuestas por un gobierno y unas doctrinas que seguir impuestas por un colegio. Y seguramente, sea una pena no poder poner en práctica con los niños los conocimientos adquiridos pedagógicamente.
    Ahora por partes, respecto a la entrada. Lo del primer día de clase ha cambiado bastante por el ritmo de vida actual y las situaciones de las familias. Ahora la mayoría de los niños tienen que empezar a tomar contacto con los aulas a los nueve meses o antes, por lo cual ni se enteran. Son los padres en este caso los que realmente lo pasan mal. Por las situaciones laborales, cuando se acaban las bajas por maternidad existe la necesidad de tener que seguir trabajando y el niño a la guardería. Por lo que cuando empieza el ciclo de la educación en el colegio está ya acostumbrado y no lo ve distinto y raro.
    Respecto a lo de la competitividad, efectivamente es una pena esa orientación que se le da. Y desde pequeños. Pero al final es lo que te vas a encontrar desde bien joven en el día a día en cualquier ámbito de la vida. La competitividad está allí donde vayas y por donde te muevas. Y está a la orden del día.
    Respecto a las leyes en la educación, como dije anteriormente, sí. Es una pena. Pero esto no va a cambiar. Y menos aquí. Gobierno que entra, gobierno que cambia la ley a su manera. Además siempre es de las primeras cosas que se cambian. Está claro que NADIE en la historia de los gobiernos de España que han cambiado esa ley están relacionados con la educación en las aulas. Y todavía más grave es que ha habido casos en los que ni siquiera ellos saben por experiencia propia lo que es una carrera universitaria. Es una pena, pero es algo, que como otras muchas cosas, son injustas, pero no va a cambiar.
    Y finalmente, un papel, no finaliza ni la formación ni la educación. Nos estamos formando y educando hasta el último momento de nuestras vidas. Lo único que te muestra es el éxito o fracaso en los estudios que has realizado en tu formación, ya sea en el colegio o en la universidad.

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    1. Me gusta que expongáis vuestras opiniones. Siempre enriquece más. Tienes toda la razón, detrás de todos los colegios hay unas leyes que rigen nuestro sistema educativo pero también es verdad que las leyes, afortunadamente, han ido cambiando a lo largo de la historia de la educación. Pero en mi opinión no solo son fundamentales las leyes que rigen dicho sistema sino la disposición que los docentes tienen en las aulas y si es buena, se pueden hacer muchas y muy buenas cosas a pesar de que algunas no favorezcan a ello.
      Cierto es también lo que has apuntado sobre el cambio de ritmos diarios que han ido surgiendo en las familias en los últimos años, te agradezco que lo señales porque es algo a tener en cuenta. Es verdad que los niños cada vez entran más pronto en centros educativos y que se acostumbran a ello pero por esa misma razón, por el echo de que los niños van a estar una gran parte de su vida en la escuela, nuestra labor como docentes es mantener durante toda la etapa la alegría y motivación que tienen los alumnos los primeros años.
      Y por último, como he dicho anteriormente y contestándote a lo último que has señalado, todos los gobiernos llegan y todos los gobiernos cambian dependiendo de sus intereses pero no por ello tenemos que quedarnos de brazos cruzados y no creer en una mejor educación el día de mañana. Como futuros docentes, que esperamos ser, tenemos que creer en ello. Sino, ¿quién lo hará?

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